Virtual Medici: servicios financieros digitales y la economía creativa

Unos artistas le salvaron la vida a un inversionista de impacto y lo encaminaron en dirección de una forma de apalancar la tecnología para apoyar a la economía creativa. Cuando me enfermé gravemente en una caminata hace 25 años, unos artistas tibetanos que se habían reasentado en el valle de Katmandú me trajeron naranjas y […]

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Unos artistas le salvaron la vida a un inversionista de impacto y lo encaminaron en dirección de una forma de apalancar la tecnología para apoyar a la economía creativa.

Cuando me enfermé gravemente en una caminata hace 25 años, unos artistas tibetanos que se habían reasentado en el valle de Katmandú me trajeron naranjas y medicinas hasta que estuve lo suficientemente fuerte para regresar a mi casa. Inspirándome en el éxito de la emprendedora y diseñadora Stephanie Odegard, quien revolucionó el mundo de las alfombras anudadas a mano, empecé a trabajar con esos mismos artistas para traer sus artesanías a los Estados Unidos. Ellos habían empezado sus negocios con préstamos de microcréditos y fui testigo del poder transformador de las soluciones financieras innovadoras para las personas de bajos recursos. 

A medida que floreció su expresión artística el campo de las microfinanzas fue creciendo también, y yo volví a la universidad para aprender en un posgrado cómo podría ampliarse. Bajo el liderazgo del Profesor CK Prahalad publicamos nuestros hallazgos en The Fortune at the Bottom of the Pyramid. Luego, las Naciones Unidas declararon a 2005 como el Año del Microcrédito. El Dr. Muhammad Yunus y el Banco Grameen ganaron el Premio Nobel de la paz el año siguiente y las microfinanzas entraron al establecimiento financiero.

Desde entonces, mis socios y yo hemos diseñado y gerenciado estrategias institucionales de inversión de impacto que conectan el capital con prestatarios dignos de recibir créditos, pero privados del acceso a ellos. Nuestra firma Community Investment Management (CIM), ofrece financiamiento crediticio estratégico y privado para aumentar y demostrar la innovación responsable en el otorgamiento de préstamos. Desde 2014, nos hemos aliado con 20 prestamistas innovadores para entregar más de 1.5 billones de dólares en financiamiento de deuda a 70.000 pequeñas empresas y prestatarios individuales. La escala es un asunto importante aquí, en parte porque el potencial de hacer el bien es tan grande (las falencias de capital para empresas medianas, pequeñas y microempresas se mide en trillones). La digitalización de la sociedad y el comercio ha significado que la innovación en la actividad crediticia se ha trasladado a un entorno virtual. Las startups de tecnología financiera (fintech) en todos los mercados globales están prestando servicios a pequeñas y medianas empresas (PYMES), a hogares de medianos ingresos y estudiantes de bajos recursos.

El año pasado ha validado nuestra tesis de que los prestamistas de fintech pueden actuar con mayor velocidad que los bancos y los prestamistas tradicionales para alcanzar a los prestatarios de bajos recursos a gran escala

Durante la pandemia por COVID-19 hemos visto la aceleración de muchos de los ejes temáticos de las finanzas digitales en los cuales ha estado invirtiendo CIM desde su fundación. El año pasado ha validado nuestra tesis de que los prestamistas de fintech pueden actuar con mayor velocidad que los bancos y los prestamistas tradicionales para alcanzar a los prestatarios de bajos recursos a gran escala, dada su capacidad de moverse rápidamente y continuar con sus actividades a pesar de las interrupciones de las operaciones de negocios físicas. El distanciamiento social y las órdenes de “quédate en casa” han migrado más operaciones hacia plataformas en línea, enriqueciendo las fuentes de datos para aseguranzas digitales y ofreciendo un mayor volumen de nuevas clases de colaterales, tales como acuerdos de pago digitales. Como respuesta, los prestamistas de fintech están virando hacia modelos de negocio nuevos y más sofisticados, alejándose de la competencia en tasas de interés para los clientes únicos mientras se acercan a plataformas que permiten un mayor relacionamiento y ofrecen una multiplicidad de productos. Más prestamistas se están enfocando en fomentar relaciones de largo plazo con los prestatarios y en crear productos integrados con múltiples canales de ingreso. Una ola de mayor conectividad (interfaces de programación de aplicaciones, o APIs, por su sigla en Inglés, para servicios de nómina o contaduría, por ejemplo) y fuentes de datos contextualizados han ayudado a acelerar estos avances.

Para los emprendedores de la economía creativa, los servicios financieros digitales son la clave para darle rienda suelta a su capacidad para construir sus empresas, crear empleos e infundir vitalidad económica y crear riqueza en las comunidades. Nuestro socio CircleUp, por ejemplo, ha desarrollado un producto financiero de facturación responsable que se alinea con la trayectoria de una empresa y provee el capital de trabajo fundamental que los negocios creativos necesitan para crecer. Imaginen lo que esto significa para un productor artesanal en crecimiento con pedidos por entregar.

A la hora de medir nuestro impacto, hemos encontrado que las industrias creativas juegan un papel crucial en nuestros portafolios, lo cual es de especial orgullo para mí si tenemos en cuenta la forma como empecé. Desde las galerías de arte y los salones a los artesanos de la comida y desarrolladores de software, el 24% de nuestro portafolio de préstamos para pequeñas empresas en Estados Unidos está dedicado a la economía creativa. Desde 2014 hemos entregado un cuarto de billón de dólares a más de 1.100 empresas de la economía creativa, de acuerdo con la clasificación de Upstart Co-Lab. Las ganancias de estos préstamos han posibilitado 14.000 empleos e ingresos para pequeñas empresas por 1.3 billones de dólares y han afectado las vidas de 36.000 personas en casi 700 comunidades. Como inversionistas, darles crédito a estas empresas con poco acceso es sinónimo de un buen negocio. La economía creativa es uno de los sectores de más veloz crecimiento en la economía mundial (con un crecimiento del 9% anual, 12% en países en desarrollo) y es transformadora para sus participantes en términos de generación de ingresos, creación de empleos y ganancias por exportaciones. Representará cerca del 10% del PIB global en los años venideros, de acuerdo con la UNESCO.

Al contemplar un mundo post-COVID, compartimos el optimismo de UNCTAD de que las diversas voces de la economía creativa nos encauzarán hacia un nuevo camino; una convergencia entre la equidad social y la justicia ambiental. Como inversionistas de impacto esperamos acelerar esta convergencia a través de modelos de negocio de fintech que impulsen la inclusión financiera. Y, como financiadores de la economía creativa, nos esforzaremos por ubicar estas barreras económicas al servicio del ingenio humano.