El poder del diseño colaborativo para estimular el impacto social, ambiental y económico en el sector del patrimonio

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El diseño colaborativo es una metodología de investigación poco apreciada que democratiza el proceso creativo y de diseño y ofrece un poderoso camino para que los creativos puedan reencauzar los sitios de interés cultural con las necesidades y valores de las audiencias contemporáneas.

El patrimonio nos define. Nos ayuda a entender quienes somos como personas. Nos guía como país. Nos prepara para planear un futuro mejor a medida que nuestro mundo cambia. Las conexiones entre la identidad, el patrimonio y la creatividad son claras. Nuestro patrimonio está formado por nuestras tradiciones culturales, y la creatividad nos ayuda a expresar su significado especial.

Nuestros sitios de interés cultural también tienen el poder de realzar nuestra percepción de la calidad y la belleza de un lugar. Están entretejidos con nuestro entorno natural a través de parques y espacios verdes. Aumentan el valor de la propiedad y se invierten más esfuerzos en conservar y proteger el medio ambiente que los rodea.

Los sitios de interés cultural ofrecen un enlace armonioso entre el impacto y las economías creativas. Los sitios como los castillos, los molinos y las runas antiguas generan impactos sociales y ambientales claros, así como un retorno económico medible. Los negocios creativos apalancan este retorno económico a través de la colaboración, el alquiler de espacios y los eventos artísticos. El valor del patrimonio es evidente: en 2019 Historic England aportó 31 billones de libras esterlinas a la economía Inglesa.

Sin embargo, nuestro patrimonio se enfrenta al reto de luchar para atraer a las audiencias contemporáneas. Muchos sitios subutilizan los recursos, acogen conexiones coloniales apologéticas o esconden estas relaciones. Las organizaciones pueden emplear el diseño colaborativo para motivar el interés de audiencias más amplias, empleando las habilidades y el conocimiento del público a lo largo de los procesos de planeación y creación, para así retratar perspectivas diversas e incluyentes. Al involucrar a todas las voces (incluyendo aquellas que habían sido ignoradas anteriormente) podemos reconocer verdaderamente las necesidades del público.

Los sitios como los castillos, los molinos y las runas antiguas generan impactos sociales y ambientales claros, así como un retorno económico medible

Sunny Bank Mills en Yorkshire occidental es un hermoso taller textil Gregoriano; también es un crisol de creatividad que alberga restaurantes, galerías y talleres de artesanos. Es un entorno del que los negocios, los visitantes y los empleados por igual pueden inspirarse.

Sin embargo, lograr que el público se relacione con su archivo histórico ha sido un reto. Sunny Bank Mills es un espacio grande y amplio, de manera que los visitantes no siempre eran conscientes de su historia o de todo el rango de servicios que ofrece. El archivo está ubicado detrás de otros edificios y no había incentivos para que los visitantes caminaran hasta ese espacio. Como resultado, se sentía como un lugar privado y reservado para visitas especiales.

Buttercrumble se asoció con Sunny Bank Mills para aumentar su cantidad de clientes y el relacionamiento de los visitantes con el archivo a través del diseño colaborativo. Visitamos una escuela primaria local (una importante audiencia objetiva) para adaptar nuestro prototipo y crear mapas mentales sobre el Taller. La retroalimentación de los niños les dio un contexto útil y ayudó a articular su motivación como visitantes. 

Como resultado, pudimos fortalecer la experiencia de los visitantes a través de un mapa, una hoja de actividades y un nuevo sistema de orientación en el espacio que le permitió a Sunny Bank Mills convocar a más visitantes durante su fin de semana Heritage Open Day en 2019.

En los Royal Armouries, el museo nacional de armas y armaduras, involucramos a los equipos internos a través del diseño colaborativo. Nuestra meta era incrementar de manera recursiva el volumen de ventas de la tienda de regalos. Después de todo, nosotros entendemos que las organizaciones públicas como los Royal Armouries tienen recursos limitados. Nuestra solución fue una guía para la experiencia del comprador que pudiera ser adoptada fácilmente por no diseñadores. Al incluir al equipo de ventas en el proceso de diseño pudimos trabajar juntos en la producción de una estrategia de publicidad exitosa y sostenible.

El diseño colaborativo es una herramienta que pueden adoptar todos los museos y sitios de interés cultural para lograr resultados. En el momento de hacer una solicitud de financiación es muy beneficioso tener conocimientos sobre la audiencia y los retos a los que se enfrenta, de manera que se le pueda comunicar a las partes interesadas cuáles serán los beneficios claros. Al mismo tiempo, el diseño colaborativo le da a la comunidad un sentido de pertenencia y utilidad, de manera que se benefician tanto los participantes como la organización.

Sin embargo, muchas organizaciones no se dan cuenta de que el diseño colaborativo es una de las opciones con las que cuentan; esto debido a una falta de consciencia sobre los procesos de creación e investigación. Esta es una oportunidad perdida. Después del éxito que tuvimos con Sunny Bank Mills y los Royal Armouries estamos planeando integrar completamente este método con nuestro proceso de diseño, apoyándonos en la educación para generar conciencia. Creemos que, al crear un modelo de diseño colaborativo estructurado, podemos hacer que el concepto sea replicado por otros profesionales, de manera que las comunidades puedan ofrecer su información a más soluciones de diseño.

Hay una consideración importante que deben tener en cuenta las organizaciones interesadas en el diseño colaborativo: las buenas relaciones con la comunidad son esenciales. Resulta claro que los mejores resultados se obtienen a través de la comunicación, la creatividad y la planeación. Estamos muy interesados en superar este obstáculo a través del fomento de las conexiones locales y la expresión del valor de los profesionales creativos: no somos artistas intocables contratados para crear imágenes; somos aliados y una extensión del equipo.

Los creativos expertos pueden ayudar a los sitios de interés patrimonial al ofrecerles un enfoque holístico en su proceso de solución de problemas. Esperamos que el diseño colaborativo pueda convertirse en una herramienta adoptada masivamente para apoyar a las organizaciones culturales y patrimoniales, y que las organizaciones puedan ver el valor de reclutar a profesionales creativos que entienden el poder personal del patrimonio y asumir un enfoque empático a la hora de hacer investigaciones.

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