Los sistemas resilientes del agua, sanidad e higiene deben ir más allá de la construcción o rehabilitación de la infraestructura para el agua. El arte y los artistas juegan un papel fundamental.
¿Qué tienen que ver la provisión sustentable del agua con la cultura y la creatividad? Más de lo que te imaginas.
A pesar de que se invierten billones de dólares en construir y rehabilitar infraestructura para el agua, el saneamiento y la higiene (WASH, por sus siglas en inglés), una de cada tres personas en el mundo no tiene acceso a servicios WASH seguros debido a una permanente ausencia de financiación en los sistemas que apoyan la entrega de estos servicios[1]OMS – UNICEF, 2019. Cada vez resulta más claro que el cambio sostenible solamente ocurrirá si a las necesidades y los deseos de los usuarios se les da un lugar prioritario en el desarrollo de estos sistemas. ¿Y qué hacen los humanos? Se comportan según reglas dictadas por las normas y valores sistémicos que dicta la sociedad. Como tal, se necesitan cambios de comportamiento a nivel comunitario para gestar y mantener sistemas WASH a perpetuidad. El modelo A·B·C para la Sustentabilidad TM de la Fundación One Drop sugiere que los cambios sistémicos sostenibles requieren una solución integrada que mejore el acceso a las infraestructuras del agua, incentive un cambio de comportamiento y apoye actividades que generen ingresos. Entender un sistema complejo desde el punto de vista del comportamiento no siempre es obvio. Sin embargo, nos sentimos motivados por lograr que los gobiernos y las agencias internacionales reconozcan las conexiones entre los comportamientos colectivos y las políticas.
La Fundación One Drop ha colaborado con cientos de artistas en más de 14 países y durante más de 13 años para aumentar los comportamientos WASH como el lavado de manos con agua y jabón y el uso de letrinas para acabar con la defecación a cielo abierto y mejorar el manejo de la higiene menstrual. Estos comportamientos tienen un impacto significativo sobre la salud de la gente y el bienestar global; especialmente sobre las vidas de las niñas y las mujeres. El arte, y los artistas como catalizadores del cambio social, se han ubicado en el centro del innovador enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento TM (SABC) de la Fundación One Drop, que reconoce el papel fundamental que juegan las emociones en los procesos de toma de decisión humanos.
Crédito fotográfico: Espace Culturel Gambidi
La neurociencia ha demostrado el limitado impacto que tiene el pensamiento racional sobre la toma de decisiones y ha demostrado cómo despertar las emociones e involucrar a los individuos en el proceso de cambio tienen más probabilidad de resultar en cambios que se mantengan en el tiempo. A medida que los individuos que viven en las comunidades forman parte de procesos participativos y creativos (lo que nosotros llamamos arte social), creemos que serán más propensos a adoptar comportamientos saludables a nivel individual y comunitario, cambiando así las normas sociales y mejorando su salud y la salud de sus familias.
Apoyar a los artistas locales de las comunidades juega un papel determinante en este enfoque. A través de su profunda conexión con el contexto local, a través de su imaginación y su creatividad, los artistas generan un entorno propicio y divertido y traducen problemas complejos, que a menudo son tabú, a formatos accesibles que inspiran, activan y mantienen el cambio. Zanjan la brecha entre lo que es arte y lo que no es arte y, al hacerlo, se convierten en mediadores hacia el cambio individual y colectivo. Los proyectos que se implementan en terreno, en alianza con organizaciones internacionales, le dan a lo socios del arte social y a los artistas una plataforma para impulsar la inteligencia colectiva: para entrenar, explorar, elaborar, innovar y compartir sus experiencias, sus aprendizajes y su conocimiento para que otros puedan aplicarlos e instalar un proceso iterativo de innovación y conocimiento.
Trabajamos para inspirar a los líderes creativos de poblaciones tradicionalmente excluidas a que se profesionalicen y se conviertan en líderes del cambio en los sistemas
Nuestro aliado en Burkina Faso, Espace Culturel Gambidi (ECG), empezó como una organización que solamente implementaba intervenciones SABC. Después de muchos años de ser responsable de la implementación de estas intervenciones SABC bajo la supervisión de organizaciones WASH, la Fundación One Drop le pidió a ECG que liderara el proyecto desde la lente SABC, con contribuciones importantes de expertos en WASH. Trabajamos para incentivar este tipo de resultados e inspirar a los líderes creativos de poblaciones tradicionalmente excluidas a que se profesionalicen y se conviertan en líderes del cambio en los sistemas. Esto puede servir como modelo de descolonización de la práctica en el campo del desarrollo y de amplificación de voces marginalizadas.
Revisar las estrategias de cambio de comportamiento, tales como el saneamiento total liderado por la comunidad (CLTS, por sus siglas en inglés), al agregar el arte social es un ejemplo de cómo los artistas actúan como mediadores hacia el cambio social. En uno de nuestros proyectos, dos grupos de arte desarrollaron un espectáculo teatral y de debate sobre la defecación a cielo abierto, mientras otros acompañaron esta acción con la creación de murales sobre el uso y el mantenimiento de letrinas. Esas intervenciones se implementaron en comunidades como una oportunidad especial para generar intercambio, debate, relacionamiento y acción colectiva. El objetivo era “producir efectos acumulativos y positivos sobre la comunidad. Es decir, condiciones psicosociales que conduzcan a la adopción y el mantenimiento de comportamientos nuevos. Estas condiciones incluyen el desarrollo de habilidades psicosociales como la autoestima, la empatía, la autoconfianza y la confianza interpersonal, la autoeficacia, el sentido de pertenencia y la colaboración”[2]https://www.onedrop.org/workspace/uploads/files/case-study-clts-sabc-en2020.pdf. Gracias a esta intervención de 30 meses de duración, la proporción de letrinas en uso y bajo mantenimiento adecuado aumentó de un 36% a un 98% en 2019.
Con frecuencia hay resistencia a colaborar con los artistas sociales y reconocer su contribución a los proyectos WASH. La resistencia con frecuencia se da porque los resultados que se desprenden de las intervenciones artísticas pueden ser intangibles y más difíciles de evaluar que el número de letrinas construidas, por ejemplo. Más aún, los artistas son víctimas de fuertes prejuicios y con frecuencia son vistos como aliados no esenciales de los proyectos de desarrollo y ciudadanos no esenciales. Si además son mujeres de comunidades rurales enfrentan aún más retos y sus prospectos de perseguir una carrera artística son negados.
Necesitamos reconocer la contribución del sector creativo más allá de simplemente los números cuantitativos. El liderazgo creativo local es esencial para el ecosistema WASH. ¿No deberían los parámetros de evaluación evolucionar al tiempo con los innovadores?
Los procesos creativos impulsados por y para la comunidad son esenciales para el desarrollo humano, para la cohesión social y para la autoeficacia colectiva. Espace Culturel Gambidi actualmente lidera una comunidad de práctica trans – francófona conformada por artistas y expertos en cambio de comportamiento en proyectos WASH que le ofrecen a los artistas locales las habilidades para involucrarse en la transformación digital del sector, especialmente en entornos rurales.
Quisiéramos ver a distintos actores valorar e invertir en la cultura y las artes como catalizadores del cambio social. Si queremos un cambio duradero es necesario que cambiemos las percepciones de aquellos que mantienen las formas tradicionales de colaboración en los proyectos de desarrollo. ¿Por qué no habríamos de derribar las barreras sistemáticas que impiden la colaboración con el arte y la cultura? Pongamos la teoría en práctica de manera fácil y divertida usando el arte social. Puede que las crisis de agua y las amenazas a la salud más importantes, como las pandemias, demanden un cambio de paradigmas. Los financiadores deberían estar abiertos a la innovación y cambiar la forma de abordar los retos, analizarlos a través de distintos puntos de vista al tiempo que apoyan a organizaciones artísticas de la sociedad civil y esfuerzos gubernamentales en cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El arte tiene el poder de despertar las emociones, las acciones y el cambio sostenible. Convirtamos el agua y el arte en acción, juntos.
