La cultura: la clave para la transformación de Medellín

Hace algunos años, en una conferencia en Recife, me hicieron la siguiente pregunta: ¿Cuál es la clave de una ciudad sostenible? Mi respuesta: Mi deseo es que podamos lograr no solamente ciudades sostenibles sino también sociedades sostenibles. Y la clave de la sostenibilidad de las sociedades es lograr expandir la clase media para que se convierta en la mayoría. Las sociedades más sostenibles del mundo, aquellas que disfrutan de una coexistencia más pacífica, donde los conflictos sociales se resuelven democráticamente y donde la política pública es garantía de acceso universal y calidad, son las sociedades en las que la clase media es la mayoría.

Medellín se ha hecho más competitiva tanto a nivel nacional como internacional, impulsada por proyectos de transformación social, cultural, educativa y urbana emprendidos desde el inicio de la década de los 90 y que se aceleraron a partir de 2004 (con fluctuaciones). Medellín es la ciudad Colombiana que ha atraído la mayor cantidad de inversión extranjera en años recientes^[1]https://www.bluradio.com/nacion/medellin-una-de-las-ciudades-con-mas-potencial-para-atraer-inversion-financial-times, y se encuentra entre las ciudades Latinoamericanas en las cuales el turismo doméstico e internacional^[2]https://revistas.urosario.edu.co/xml/5095/509565795001/html/index.html había crecido más antes de la pandemia. Durante 20 años, Medellín fue la ciudad con los índices de violencia más altos en el mundo. Para Diciembre de 2020, esa tasa había bajado a solamente al 3.7% de lo que se registró en 1991, su peor año^[3]https://www.youtube.com/watch?v=MXAtUhzK8ao Ver el minuto 10.40. Conferencia de Jorge Melguizo en Colón Panamá, 2021.. Desde 2007, Medellín ha sido la ciudad Colombiana con mejor calidad de vida^[4]Este sitio ubica tres veces consecutivas a Medellín como el mejor lugar para vivir en Colombia (en 2018, 2019 y 2020), además de resaltar varios de sus proyectos culturales: … Continue reading.

La encuesta Medellín cómo vamos^[5]Medellín cómo vamos es un observatorio de empresas, universidades y medios de comunicación que hace seguimiento de indicadores de medición de planes de desarrollo urbano e implementa encuestas … Continue reading demuestra el progreso que se ha hecho en términos de calidad de vida en el transcurso de los últimos 15 años, gracias a las intervenciones esenciales en las áreas de mayor pobreza, violencia y densidad poblacional de Medellín. Estos elementos, a su vez, se interrelacionan con aspectos importantes, tales como la salud y la educación, que se constituyen como factores críticos a la hora de explicar la calidad de vida; y también con condiciones de habitación urbana que permiten una oferta adecuada de bienes y servicios, tales como los espacios diseñados para disfrutar de estas actividades. Cuando, en determinado momento, una sociedad puede priorizar ciertas condiciones mínimas al punto en que la mayoría de la población progrese en la consecución de esas condiciones mínimas, empieza a demandar nuevos bienes para incrementar su bienestar. Este es el caso de los bienes y servicios como la cultura, la recreación y el deporte^[6]https://www.medellincomovamos.org/system/files/2020-04/docuprivados/Informe%20de%20indicadores%20subjetivos%20sobre%20cómo%20vamos%20en%20cultura%2C%202018.pdf.

Nicanor Restrepo Santamaría, el presidente le la compañía multinacional Sura desde 1984 hasta 2004 y líder del Grupo Empresarial Antioqueño, una alianza entre empresas líderes en el departamento de Antioquia, dijo en 2008: “El mejor negocio que hemos hecho como empresarios de Medellín ha sido invertir en proyectos públicos culturales y educativos, porque estos proyectos nos han permitido mejorar la calidad de vida de la ciudad y nos ha hecho brillar ante los ojos del mundo”.

Las inversiones importantes en cultura atraen inversiones económicas sustanciales

Trabajé como Secretario de Cultura Ciudadana de Medellín entre 2005 y 2009, un período maravilloso para la gerencia cultural pública. Durante ese tiempo, Medellín intensificó su gasto público en cultura hasta un 5% en 2007 y 2008, comparado con 0.68% en 2002. Mantuvo esos niveles de gasto de entre el 3% y el 5% hasta 2020. Durante un periodo de 15 años, las inversiones más sustanciales se concentraron en la construcción y gerencia de 60 instalaciones culturales con un fuerte valor simbólico en barrios de mayor pobreza, mayor violencia histórica y densidad poblacional más alta^[7]Medellín es la tercera ciudad más densamente poblada del mundo, con 19.700 habitantes por kilómetro cuadrado: … Continue reading. Estas instalaciones culturales que incluyeron a nueve parques biblioteca, el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia, la Casa de la Lectura Infantil, la Casa de la Música y las 20 Unidades de Vida Urbana Articulada (espacios para la cultura, la recreación, los deportes y la educación), están diseñadas como centros de integración para programas culturales, educativos, recreativos, deportivos y sociales, y llevan la mejor arquitectura a barrios donde parecía imposible que jamás se construyeran edificios de esta calidad. Son componentes esenciales dentro de programas más amplios que buscan la promoción de la equidad y la calidad a través de políticas públicas en todas las zonas urbanas.

Otro elemento clave fue el trabajo que se hizo en toda América Latina con el programa Puntos de Cultura y el movimiento Cultura Viva Comunitaria para aprender, reconocer y promover todos los proyectos rurales y comunitarios que construyen una nueva realidad a través de la cultura en sus zonas y sin ayuda del estado, a pesar del estado o incluso en contra del estado. Estos proyectos aúnan la sabiduría tradicional, la experiencia y el conocimiento de las geografías humanas, físicas y sociales que forman parte del capital social construido a través del tiempo a través de inversiones comunitarias, privadas y públicas.

Este conjunto de intervenciones le permitió a Medellín convertirse en una ciudad mejor conectada donde los edificios y los proyectos públicos aumentan el valor de los vecindarios donde se llevan a cabo las intervenciones. Si una ciudad mejora la calidad de vida y está diseñada para garantizar los derechos y promover el disfrute de sus propios habitantes, también se convierte en una ciudad atractiva para los turistas y los inversionistas. La valorización creada por estas intervenciones públicas beneficia a los residentes mismos de los vecindarios, y así se evita a la temida gentrificación. En cambio, la inversión pública y especialmente la más simbólica, tal como aquella dirigida a proyectos culturales, ha fortalecido el sentido de pertenencia de los residentes.

Para concluir, uno de los casos más singulares y emblemáticos: el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia, construido en 2007 y con un costo de 2.8 millones de dólares, financiado en un 100% por una fundación corporativa. La gerencia está financiada por otra organización social privada a través de una contribución anual de 700.000 dólares, equivalentes al 30% del presupuesto anual del centro. Durante 16 años, de 1968 a 1984, Moravia fue el basurero a cielo abierto de Medellín. Por ese motivo se convirtió en el barrio de invasión más cercano al centro (a apenas siete kilómetros de distancia), el barrio más violento y uno de los vecindarios con mayor índice de pobreza. Entre 2004 y 2011 se invirtieron cerca de 100 millones de dólares en este barrio de cuarenta mil residentes a través de programas de servicios públicos, vivienda, salud, educación, medio ambiente y cultura en particular. Desde entonces el Centro de Desarrollo Cultural ha sido un símbolo de Moravia. Es el orgullo del vecindario; es su hogar: es el lugar donde los residentes se encuentran y desde donde se conectan con el resto de la ciudad. Moravia, que alguna vez fue un símbolo de violencia y miseria, ahora es un símbolo de transformación social. Moravia es el barrio de la felicidad de Medellín. Sus calles ahora huelen a pan recién horneado.

El ejemplo de Medellín demuestra que las intervenciones sociales profundas son posibles cuando van de la mano con grandes cambios en las políticas de gerencia pública y con inversión dedicada y continua en vecindarios con altos índices de pobreza, en alianza con la comunidad y el sector privado. Medellín atajó a la inseguridad con una fórmula diferente: construir coexistencia, no seguridad. Y la coexistencia se construye con proyectos educativos, sociales y culturales. Medellín es ahora un ejemplo para muchas otras ciudades en el mundo.